miércoles, 30 de marzo de 2011

Un paralítico que da guerra

¿De quién voy a hablar en el blog? Pues de un hombre llamado Blas de Lezo, el cual, manco, tuerto y cojo, fue uno de los mayores navegantes de la historia del mundo.
Veamos, Blas de Lezo nace en Pasajes, Guipúzcoa, en 1687, y muere en Cartagena de Indias, Colombia.
Su carrera militar empieza en la guerra de Sucesión Española, en 1704, participa en una gran batalla naval que ganan los hispano franceses a los anglo-holandeses, aquí perderá la pierna izquierda. Luego socorre Peñíscola en 1705 y 1706, también socorre a la ciudad italiana de Palermo, y cerca de Génova, prende fuego a un buque inglés, el Resolution, que tenía 60 cañones. Poco a poco se hace un lugar entre la flota española. Más tarde, rompe el bloqueo y abastece al ciudad de Barcelona, que apoyaba a Felipe V. Gracias a esta acción será ascendido, y será llevado a la ciudad de Tolón, donde al defender uno de los castillos que la protegían, perderá el ojo izquierdo. En 1710 y con 21 años volverá a ser ascendido, seguirá practicando el corso, además apresará a 11 barcos, el más pequeño con 20 cañones. En este mismo año apresará al Stanhope, un gran buque de 73 cañones. Cuando acaba la guerra, Barcelona, se cambiará de bando, defendiendo la candidatura ya abandonada de Carlos, nos podemos imaginar las razones de este cambio. Así que nuestro protagonista formará parte del bloqueo de la ciudad, al mando de uno de los buques insignia, el Nuestra Señora de Begoña. En uno de los combates que transcurren en el bloqueo, Blas de Lezo, quedará con el brazo derecho inutilizado.
En 1716 será enviado a América para limpiar de piratas el Caribe, y auxiliar a los galeones perdidos. Más tarde fue enviado al Mar del Sur, donde en 1723 apresará a 6 barcos, ¡cuya mercancía equivaldría a 3.000.000 de pesos!
En 1730 fue llevado a España, donde le fue encomendada una misión: Hacer pagar al banco de San Jorge, en la república de Génova 2.000.000 de pesos, y es que con las deudas no se andaban con chiquitas. Blas de Lezo entra en el puerto de la ciudad con 6 navíos, pide el dinero, y les avisa de que en caso de no pagar en 24 horas bombardearía la ciudad. Además, les obliga a presentar honores ante la bandera de España. Ante esto, le son entregados todos los pesos y rinden honores.
Hasta aquí por hoy, amigos, pero tranquilos, que la mayor hazaña de este héroe aún no os la he contado.