jueves, 26 de enero de 2012

España, un país de curas y monjas de armas tomar


Una de las decisiones que marcaron el cursa de las guerras napoleónicas fue la invasión de España.
Napoleón invadió España por varias razones:

-La debilidad de la corona española, ya que Carlos IV Fernando VII, padre e hijo, luchaban por el control de la corona. El hecho más importante fue la conjura del Escorial, donde Carlos IV paró a tiempo un complot de su hijo para hacerse con el trono. Curiosamente, aunque los partidarios de Fernando fueron apresados, todos fueron absueltos, cuando la traición estaba penada con la vida
-Lo económicamente atrasado que estaba el país. Esto se debe a la escasez de industria que tenía España, lo cual, hizo que durante el S.XIX fuera un país atrasado.
- Los altos mandatarios del país apoyaban a Francia. La clase dirigente con el rey a la cabeza, apoyaban a Francia en sus guerras, mientras que una minoría encabezada por el primer ministro, Godoy, apoyaba a Inglaterra. Esta última facción, obedecía al rey, a pesar de no estar de acuerdo con sus ideas, lo cual hizo que la influencia francesa en España fuera enorme.
-La última razón, y no de menor peso, era el desprecio de Napoleón hacia España. Napoleón consideraba a España un país de curas y monjas, lo cual era bastante cierto, porque en Madrid había más conventos que en la mismísima Roma. El único fallo de Napoleón era no haber previsto que los religiosos españoles, como buenos patriotas, se lanzarían al campo a luchar como guerrilleros, o arengarían a las tropas españolas para seguir combatiendo. Y es que los religiosos, como todos los españoles se pusieron en pie de guerra para echar a las tropas napoleónicas del país.
Todo esto hizo que España fuera un infierno para las tropas francesas, que llegó a haber unos 200.000 soldados al mismo tiempo, que sufrieran las primeras derrotas, como Bailén, y que el mismísimo Napoleón tuviera que venir para apaciguar a situación.