Vamos a comenzar con la
segunda parte, que espero que os guste más que la primera.
Estamos en 1601, y hace
tres años que España ha cambiado de rey, ahora es Felipe III. En Inglaterra hay
varias rebeliones por parte de los irlandeses, y Felipe III decide ayudarles.
Para ello manda 4500 hombres. Aunque el destino era Cork, los vientos desplazan
la flota hacia Kinsale. Esta vez el tiempo no fue el responsable del fracaso,
si no el populacho, que no se sublevó. A la flota británica le fue fácil rodear
la bahía y aislar a los soldados españoles y sus aliados. Al final, y tras
varios intentos de romper el cerco inglés, los españoles trataron con los ingleses
embarcar e irse a la Península Ibérica. Los españoles habían perdido 600
hombres aproximadamente.
La última vez que los
españoles intentaron invadir Inglaterra fue tras la Guerra de Sucesión Española
y el Tratado de Utrech, mediante el cual se acabó la Guerra de Sucesión. La más
perjudicada del Tratado fue España, ya que perdió sus territorios en España,
Menorca (una isla importante para España en el Mediterráneo) y Gibraltar (una
ciudadela en la Península Ibérica). En cambio, la más beneficiada fue
Inglaterra, ya que se quedaba con Gibraltar y Menorca; sus peores enemigos
(España y Francia) no se podían unir en un mismo país (a pesar de que Francia
ganó la guerra); España pasaba a ser una potencia de segundo orden, la cual, a
penas era una sombra del esplendoroso imperio de los siglos XVI y XVII. Pues
bien, para dar la vuelta a esta situación, el nuevo rey español, Felipe V,
decidió atacar a Inglaterra. Para ello, se apoyó en que el rey de Inglaterra
era muy impopular y ayudó a los Estuardo y a sus partidarios los jacobitas
(llamados así, porque apoyaban al Jacobo III). Los apoyos de Jacobo eran los
ingleses católicos, los irlandeses y los escoceses.
Felipe V decidió atacar
Inglaterra. Este ataque consistía en mandar una pequeña fuerza a Escocia que se
uniría a los rebeldes de allí, mientras que una flota mayor y con un gran
ejército (5.000 soldados y 30.000 mosquetes) desembarcarían en Gales o en
Cornualles. Esta última acción provocaría un ataque español a una Londres
indefensa porque el ejército inglés habría ido a Escocia para sofocar la
revuelta, ya que si no lo hicieran, Escocia se habría independizado.
El plan español empezó con
mal pie ya que, aunque la flota pequeña (2 fragatas, 307 infantes de marina y
2000 infantes) pudo zarpar, la segunda y más grande no pudo hacerlo por culpa
del tiempo. Además, no se pudo avisar a la flota pequeña, porque ésta zarpó
antes.
De esta forma, el 4 de
abril de 1719, los españoles toman las islas Hébridas y marchan hacia Iverness
(de donde era señor Macbeth). Al invadir esta ciudad, se enteraron de que el
ataque al sur no se produciría, los clanes escoceses no habían conseguido
reclutar a suficiente gente, las dos fragatas habían partido y que marchaba
hacia el norte un gran ejército inglés con suficientes hombres como para
aniquilarlos. Ante esta situación, los españoles establecieron su cuartel
general en el castillo de Eilan Donan, donde dejaron la munición y una pequeña
guarnición de 50 hombres. Tres fragatas inglesas entraron en la laguna que
protege el castillo, y ofrecieron la rendición a los españoles, los cuales, la
rechazaron. Ante esto, los ingleses bombardearon el castillo: sólo hubo 5
supervivientes. a pesar de esto, los españoles se unieron al ejército escocés y
lucharon contra los ingleses en la batalla de Glien Shiel, en la que los
ingleses con fuerzas muy superiores destrozaron a los escoceses y españoles.
Aunque el gobernador inglés no pagó la manutención de los prisioneros
españoles, éstos volvieron a casa en octubre.
Bueno, tras este último,
los españoles no han vuelto a intentar invadir Inglaterra.
Tan sólo espero que os haya
gustado y hayáis encontrado esta entrada interesante.