viernes, 24 de agosto de 2012

Garcilaso el inca

        En esta nueva entrada dedicada a Perú conoceremos a un escritor, que aunque bastante desconocido, tuvo gran importancia en ambas orillas del “Charco”, tanto por su obra, como por su persona. Este insigne peruano se llamaba Garcilaso de la Vega, y para diferenciarle de otro gran escritor español (éste era de la Península), se le apodó Garcilaso el inca.
Nuestro personaje nació en la ciudad de Cuzco, y era hijo de un conquistador y noble español, y una princesa, sobrina de Huayna Cápac,un emperador inca. Pero más adelante, sus padres se tuvieron que separar a causa de una ley, que obligaba a los nobles españoles a casarse con nobles españolas. Así que le dio a la princesa una cuantiosa dote, gracias a la cual se pudo casar con un soldado español con el que tuvo dos hijas. En cambio, su padre, Sebastián Garcilaso de la Vega, se casó con una noble española llamada Luisa Martel de los Ríos.
Por culpa de lo turbulenta que era la situación en América (es lo que tiene intentar gobernar un territorio a 12.000 kilómetros de distancia), Garcilaso el Inca no tuvo una infancia y adolescencia tranquila. De este período podemos resaltar dos episodios: El primero es que tuvieron que participar en las guerras civiles del Perú, y tuvieron que tomar partido en el bando de los rebeldes al mando de Gonzalo Pizarro. Aún así, el padre de nuestro escritor, consiguió cambiarse de bando durante la batalla de Juaquijahuana, por lo que fue conocido como el “leal de tres horas”, algo que tendría una gran repercusión en la vida de Garcilaso el inca. El segundo hecho ocurre en 1550, cuando nuestro protagonista aún tenía 11 años. En él, ayudó a escapar a su padre, que era el alcalde de Cuzco, por los tejados de la ciudad. Esta acción se debió a un alzamiento en la ciudad contra el padre de nuestro protagonista. Cómo no, su padre siempre le estuvo agradecido por esto, y a su muerte (6 años después) le legó en su testamento 4000 pesos de oro y plata para que pudiera estudiar en España.
Con 21 años emprendió su viaje a España. Para ello, embarcó en el puerto de Callao, cruzó a pie el istmo de Panamá, fue a Cartagena de Indias, y allí embarcó con la flota de los galeones rumbo a España. Éste era un viaje bastante peligroso y prueba de ello es, que nuestro escritor estuvo a punto de perder la vida dos veces.
Una vez en España, fue a Extremadura para ver a unos familiares. Más tarde se dirigió a Madrid para pedir que la Corona le pagara algunos servicios que su padre hizo estando en América. A pesar de todo, la Corona rechazó el pago alegando que su padre había apoyado a Gonzalo Pizarro y que le había dado un caballo con el que pudo escapar con vida. Aún así, la estancia en la capital le fue provechosa, porque conoció al conquistador Gonzalo Silvestre, uno de los conquistadores que viajaron a Norteamérica, concretamente a Florida. Gracias a este encuentro, Garcilaso el inca pudo recabar información para el que sería una de sus obras más importantes: La Florida del inca. Nuestro protagonista decidió seguir la carrera militar, y dejó su nombre Gómez de Figueroa, por el que pasaría a la historia: Garcilaso de la Vega.
Garcilaso llegó a ser capitán y participó en una represión contra los moriscos en Granada. Los moriscos eran los antiguos musulmanes que habían quedado en la Península tras su Reconquista. Pero a pesar de todo, no era totalmente aceptado por ser mestizo, así que resolvió dejar el ejército y ponerse los hábitos. Se convirtió en una persona con una vida cultural bastante activa ya que frecuentaba grupos humanísticos en Montilla, Córdoba y Sevilla y llegó a conocer a Luis de Góngora y a Cervantes. Según cuentan, éste último conocía una traducción hecha por Garcilaso de los Diálogos de amor de un filósofo llamado León Hebreo. Con el tiempo se asentó en Córdoba donde se  dedicó al estudio de la historia y escribió sus grandes obras: La Florida, escrita con  la ayuda del mencionado Gonzalo Silvestre y otros dos conquistadores llamados Alonso Carmona y Juan Coles; y su obra más importante, Comentarios Reales de los incas. También escribió Historia General del Perú, pero fue publicada después de su muerte.
Este gran escritor se esforzó en sus obras, en acercar las dos orillas de  una España separada por un océano. Para ello, hizo un minucioso estudio historiográfico de las culturas precolombinas y la conquista de éstas por los españoles, en un esfuerzo de salvaguardar la cultura inca. Pero al mismo tiempo defendía la soberanía española sobre esas tierras para que la conversión al cristianismo fuera posible. Y es que, pese a provenir de dos realidades diferentes, la americana y europea, terminó perteneciendo a una, la española y mestiza.

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